Los animales del tercer mundo son esclavos modernos
Durante el siglo XVI y XVII los occidentales
viajaron a áfrica con el fin de esclavizar a los
negros y llevarlos a las plantaciones del "Nuevo
Mundo". En la actualidad algunas personas del Tercer
Mundo trabajan voluntariamente para empresarios de occidente
que no cultivan para un mercado local sino para obtener
pienso para uso en las granjas automatizadas de Occidente.
En países con granjas automatizadas los animales
son explotados como esclavos actuales, tratados tan inhumana
e invisiblemente como lo fueron en su día los "viejos"
esclavos humanos.
La mayoría de Occidentales han abandonado las zonas
de desarrollo pero sus inversiones han quedado. Los países
en desarrollo pueden liberarse de sus deudas cuando aceptan
producir para países de Occidente. El viejo yugo
ha sido reemplazado por las cuerdas manipuladoras de nuestra
doctrina económica. El Tercer Mundo sigue bajo
la magia de nuestras convicciones económicas:"
Produzcan pienso y serán rápidamente ricos". La otra cara de la moneda es que las economías
locales han sido perturbadas y la población local
tiene poco que comer ó se ve forzada a destruir
una nueva parte de selva para poder cultivar para sí
mismos.
De esta manera el Tercer Mundo no solamente vende su materia
prima sino que también convierte su mercado local
en centro de venta de la sobreproducción occidental.
Cuando objetan a esta competición desequilibrada,
los gobiernos occidentales ofrecen suprimirles las limitaciones
al mercado occidental subvencionando a sus propios empresarios
a través de impuestos.
La automatización ha llevado a un incremento de la producción y a mayores ingresos.
Entre tanto las granjas automatizadas en el hemisferio
oeste ya no están restringidas a una escala mínima
de producción: al ganadero se le da la oportunidad
de criar un gran número de animales. Normalmente
el ganadero vive lejos de la granja así no tiene
que soportar constantemente el olor y fealdad de los establos
y puede olvidarse de la manera en que se gana la vida.
La oferta de trabajadores es escasa y los bancos cooperan
con las industrias productoras de pienso financiandolas
y construyendo grandes establos. De esta forma es más
fácil y barato suministrar pienso y obtener productos
y animales. La única cosa que debe el ganadero
organizar es un lugar dónde pueda verter el estiércol,
el cual será inyectado en el suelo lo antes posible.
El mundo entero se ha convertido en mercado global para
el consumo de carne; solamente restricciones legales para
proteger el medioambiente limitan el crecimiento de la
ganadería automatizada. Nadie se ve responsable
del abuso que sufre el animal y que tiene lugar en la
granja automatizada. Como motivo de la producción
a escondidas a puerta cerrada, el público ignora
lo que está ocurriendo y por tanto es poco probable
que proteste. En contraste a la manera moderna de ganadería
y como recordatorio de los viejos tiempos con frecuencia
se ven cabritos y cerdos en la entrada de la granja.
Muchas de las variables circunstancias tienen un componente
positivo: la mayor parte del trabajo duro e intensivo
forma parte del pasado. El componente negativo es que
la energía obtenida no se utiliza para algo positivo
sino directamente para ganar más dinero.
Un pequeño grupo de empresarios sacan provecho
directamente. El público se beneficia indirectamente
con los bajos precios de la carne. Avaricia, dinero fácil
y ostentación (otra razón para tener animales
exóticos) hacen que los animales de granja gruñan
bajo el yugo de la esclavitud moderna. A cambio de cuidados
recibidos, con la intención exclusiva y totalmente
limitada de hacerlos crecer lo antes posible sin problemas,
los animales se abandonan únicamente al aburrimiento
esperando su sacrificio. No se toma ninguna acción
que no lleve el propósito de ganar más dinero,
dejando a los animales en condiciones de total aburrimiento
y tristeza. Como esclavos de hoy los animales tienen derecho
también a una libertad. Esa misma libertad mal
utilizada por el ganadero con el único interés
de construir su imperio.
Libertad utilizada
para violar la libertad del animal debe de restringirse,
si no es así esa misma libertad tomará la
dirección opuesta. No es de esperar una revolución
por parte del animal; pero sí obtendremos escándalos
como las hormonas dañinas, resistencia a gérmenes,
contaminación por dioxinas, BSE y pestes porcinas.
Es deber de cada uno defender las fronteras de la libertad:
gobierno, consumidores, productores de carne, bancos y
todo el mundo de los negocios. En los viejos tiempos uno
podía solidarizarse con el más débil
pero actualmente eso no ayudaría porque la responsabilidad
está repartida entre demasiadas partes. Es muy
fácil evadir la responsabilidad y el animal no
puede defender sus propios derechos por si solo. El consumidor
dice "no tengo tiempo para comprar carne ecológica"
y afirma, juntamente con los ganaderos que "es asunto
del gobierno hacer una presentación menos atractiva
de las granjas automatizadas y promocionar las ecológicas".
Como resultado de esa actitud es de esperar que las vidas
de los animales mejoren muy lentamente.
La gente de nuestra sociedad, con razón, son
inducidos sin querer dentro de unas normas morales y
valores. La Sociedad solo funcionará correctamente
cuando los individuos se comporten de una manera responsable
y cuando no sean vigilados y dirigidos todo el tiempo.
Por ejemplo cuando los consumidores dejen de comprar
productos procedentes de las granjas automatizadas,
cuando los animales salvajes no sean cazados solamente
por placer o cuando se dejen de mezclar componentes
dañinos con el pienso animal. La solución
es de echo otorgar más libertad a nuestra sociedad
y a nuestra mente.
Esto significa que libertad:
La gente debe liberarse de toda forma de hábitos
esclavizantes que les impidan tomar responsabilidad
por su propio comportamiento y deben aprender a tomar
conciencia para mejorar las vidas de los animales.
Las acciones humanas tienden a estar motivadas por
intereses económicos. La mejora de las condiciones
para los animales está positivamente unida a
intereses económicos, cuyas metas y métodos
estarán directamente orientados a ampliar la
libertad para todas las partes implicadas.
La ganadería automatizada debería perder
atractivo económico mientras que a la biológica
debería dársele una oportunidad más
justa.
De esta manera se implemanta una libertad real para
todo rango de nuestra sociedad.
Este artículo es parte de una serie sobre falacias y demagogia.
Algunos argumentos en el debate de los derechos de los animales son inválidos.
Tanto a favor como en contra de ellos.
Algunos de estos argumentos los vamos a discutir aquí.
Una forma de razonar más clara y honesta contribuye a mejorar las condidiones de vida de los animales.
Si encuentran otros ó nuevos (contra) argumentos pueden mandarnoslos por e-mail.
Hay diferentes tipos de argumentos inválidos (sofistería).
Falacias son deliberadamente o accidentalmente utilizan en un debate.
Así que ser conscientes de los principios y la integridad de un oponente.
Haga clic aquí para obtener consejos sobre la influencia del comportamiento hostil de los animales de los demás.