Recientemente el símbolo francés
de la batalla por la libertad, Juana de Arco (Santa Juana
o mejor dicho Jeanne d'Arc), fue el centro de atención
para un público más masivo con la exhibición
mundial de la histórica película del mismo
nombre; el papel de Juana era interpretado por la carismática
actriz Leelee Sobieski.
Sin embargo, esta película
no aclara de manera inmediata la gran diferencia entre
esta santa y el modelo ya establecido.
Juana de Arco era
una pobre mujer joven del siglo xv quien usaba armas por
iniciativa propia (aunque realmente no estuviera preparada
para usarlas), dentro del contexto de una liberación
nacional y no de una cruzada contra los Musulmanes.
No
es que los santos no hicieron su trabajo en las guerras
entre reinos cristianos; con respecto a eso, sólo
debemos recordar a San Jorge o San Patricio; pero en estos
casos nunca se trató de santos que estaban vivos
y físicamente presentes durante las batallas.
Tampoco
se trató de una excéntrica y precoz adolescente
quien fue responsable de llevar a capitanes y soldados
a una amarga batalla. Quizás se trataba sobre la
observación de regulaciones morales cristianas.
La imagen de mujeres soldados relacionadas con batallas
nos es familiar desde otro punto de vista.
Por ejemplo,
los antiguos griegos y romanos tenían una diosa
de la guerra: Atenea o Minerva.
Incluso en el Torah existen
mujeres militantes; entre ellas Judith.
De
cualquier manera, Juana de Arco era anormal en su época,
y finalmente lo tuvo que pagar caro. Definitivamente Juana
de Arco interpretó las voces que la incitaron a
pelear por Francia como un ente celestial (que venía
del arcángel Miguel, Santa Catalina y Santa Margarita).
Sin embargo, sus oponentes la consideraron diabólica.
Su respuesta frente a estas inspiraciones probó
inmediatamente que ella era una herética y por
lo tanto terminó siendo quemada de manera humillante
a la edad de 19 años.
Las mujeres que están preparadas -como si necesitasen
estarlo- para involucrarse con la violencia con el propósito
de defender un ideal, aún son fuente de gran admiración;
esto quedó demostrado con el éxito de la
película " La Joven de Cabello Rojo"
(en inglés, "The Girl with the Red Hair"),
la que trataba sobre una luchadora llamada Hannie Schaft
quien peleaba en la resistencia holandesa.
Es como si, incluso ahora, la combinación de ideales
altruistas de justicia y humanidad con violencia fuese
sorprendente, especialmente para las mujeres. Esto probablemente
se deba a que, después de todo, las mujeres son
asociadas fácilmente con la maternidad y la preocupación,
valores que parecen ser diametralmente opuestos a la guerra
y la lucha.
Sin embargo, a través de la historia, muchas veces
las mujeres han sido la cara visible en protestas contra
guerras en las cuales sus hijos, esposos y hermanos han
fallecido. Es más, en la cultura occidental siempre
ha existido un lugar para mujeres militantes, incluso
en el sentido físico. Pienso que ellas son íconos
de una rebelión en contra de tan injustas situaciones,
a tal extremo que incluso las criaturas más amables,
dulces y maternales resistirán físicamente.
En Holanda hemos tenido a alguien que puede ser considerado
como una Juana de Arco de la protección de los
animales. Esta persona se llamaba Henny, líder
principal del Frente
de Liberación Animal (en inglés, Animal
Liberation Front o ALF). Ella era una militante bastante
activa y no tenía ningún problema en destruir
la propiedad privada de otras personas por el bien de
animales individuales. Nos reunimos en un par de ocasiones,
y aunque yo pensaba que era bastante inaccesible, también
me di cuenta de que el simbólico poder que emanaba
de ella era impresionante. Incluso sin armas, las mujeres
pueden ser militantes bastante activas cuando se trata
de los derechos de los animales. Un ejemplo de este tipo
de militante es Jane
Goodall, la gran experta en Chimpancés.
En un contexto más amplio, todas las personas que
defienden de manera enfática lo que siempre se
consideró como los valores femeninos de preocupación,
amor y compasión, están relacionadas en
algún sentido con Juana de Arco. De este modo,
y completamente a parte de la pregunta sobre qué
se trataban realmente los ideales de la histórica
Juana de Arco, ella puede ser un modelo de beligerancia
que es inspirada por valores de respeto y compasión
por todos los animales, incluyendo a los humanos.
Es obvio que nuestros oponentes ya no
nos amarrarán, literalmente, a un pedazo de madera,
pero ellos siguen tratando de prohibir nuestra inspiración
como si fuese algo peligroso. Después de todo,
las personas que lucran por medio del uso de animales
se sienten expuestas por los abogados de los derechos
de los animales. Tienen miedo de que su imagen se vea
perjudicada por la cobertura que sus actos tienen en
los medios de comunicación. Es por eso que ellos
están tratando de describirnos como misántropos
y mencionan consecuencias económicas importantes
e indeseables, supuestos cambios nocivos en las costumbres
alimenticias producto del término de la explotación
de animales.
Juana de Arco es una mártir y fue canonizada,
en parte, debido a eso. Sus más cercanos parientes
fueron criados para servir a la aristocracia. Y está
claro que su inspiración jugó un papel
importante en la liberación de Francia. Los no
creyentes probablemente considerarán esto como
una nula compensación por la terrible tortura
que experimentó y por su prematura muerte a los
19 años de edad. Tus limites personales probablemente
determinarán las consideraciones que harás
con respecto a esto. La ya mencionada Henny experimentó-
hasta cierto punto- similares humillaciones tal como
lo hizo Juana de Arco, pero Henny continuó peleando
por años dentro dl Frente de Liberación Animal (para ver un ejemplo de quien siguió el
camino legal: Mies
van Oosten in memoriam).
Dentro de la filosofía moral, este tipo de auto-sacrificio
es considerado comúnmente como una forma de "hacer
el bien" que va mucho más allá
del "no hacer el mal". "No hacer el mal"
es un principio por el cual todos nos deberíamos
regir en nuestras vidas, sin embargo el "hacer
el bien" activamente es una asunto de elección
personal que tu no deberías encontrar obvio,
ciertamente no a este nivel. Es por eso que la Iglesia
Católica canoniza tales figuras, y, además
de eso, nos referimos a ellos como "héroes".
Juana de Arco puede jugar el papel de símbolo
abstracto en una lucha por la compasión y por
la liberación de los oprimidos. Pero en un sentido
más concreto, ella no es apropiada como ejemplo
para cada uno de nosotros. Aun así, ella puede
inspirarnos, como prueba de que existen personas que
piensan que un ideal es tan importante que se está
dispuesto a morir por ello. ¡Parece que existe
algo muy valuable en estos ideales, que generalmente
se rechazan por ser divinos!